Sentimientos del camino de santiago


Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, dice el tema que se basa en los versos del poeta Antonio Machado y es quizás una de las frases propicias para explicar lo que ha significado la experiencia de seguir los pasos de los peregrinos y ser “peregrina”.


A esta ciudad caminan miles de peregrinos de todo el mundo, en una tradición que es milenaria, y se ha convertido en una experiencia de reflexión personal, espiritual, interiorización y también una vivencia ante todo cultural.Ser “peregrino” en este tiempo, es una experiencia que realmente está llena de sentimientos. Y digo sentimientos, porque cuando se recorre el camino hacia Santiago de Compostela, los sentimientos afloran en una especie de transformación interior.


Esta transformación es tan evidente, cuando se camina en contacto directo con la naturalesza, sobre todo en este tiempo en que estamos en un mundo invadido por la tecnología que nos llena de ruido y no nos deja siquiera pensar. En la época actual todo funciona como si se tratara de una tecla en el computador: que se oprime y ya, la respuesta está dada, en milésimas de segundo y no tenemos ni que detenernos a pensar. La vida es una carrera contra el tiempo, en la que no tenemos tiempo de cuestionarnos dónde estamos realmente.


Por eso iniciar el “Camino de Santiago” es recorrer un espacio, en silencio, sólo en contacto con la naturaleza, en una experiencia que nos pone de nuevo frente a la esencia de la vida, es decir nuestro propio cuerpo, la naturaleza y nuestro contacto directo con la naturaleza.
El sonido de nuestros pasos al andar, el rumor del viento o la brisa que mueve las ramas de los árboles, parecen renacer en este recorrido en el que los sentidos están alerta de nuevo. Y no sólo los sonidos, sino el sentir nuestros músculos cansados, la sed inevitable en época de verano o el frío en época de invierno. Es estar de nuevo con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, con quiénes somos realmente, sin interrupciones.


El “Camino de Santiago” nos pone de nuevo en contacto con nuestra esencia. Con quienes somos realmente.Iniciar el recorrido, nos muestra un completo itinerario que está por recorrer. Es como si se tratara de la vida misma. Cada día en el camino, puede traducirse en cada uno de los días de nuestra vida. ¿El final? En el camino, pues será la ciudad: Santiago de Compostela. Pero en nuestra vida, será el final de nuestros días. Es en ese momento donde miraremos hacia atrás para ver el recorrido que hemos realizado



Y dentro de unos 20 días otra vez... =D

La celda de Cristo.


Este verano estube en tierra santa, y como es cuaresma, os voy a hablar un poco de lo que sentí y de como es... El sitio que más me impresionó fue este, la casa de caifás.


Este es el lugar que más me impresionó por barias cosas, cuando bajas a las escabaciones de las casas del sumo sacerdote te encuentras unas pequeñas celdas... en las que, segun dicen, estuvo Jesús. Se ven arañazos en las paredes y unas marcas que, segun pruevas que hicieron, hubo sangre... No os podeis hacer a la imaginación, los sentimientos que se tienen estando alli abajo... encerrado en un agujero oscuro y pequeño viendo una pequeña salida en lo alto, y sabiendo todo lo que alli a pasado...


Bueno ahora os contaré como es la capilla de San Pedro in gallicantu, que es donde pasó todo esto, y os pondré una cita biblica que cuenta lo que allí pasó.





Hoy conocida como la Casa del Sumo Sacerdote Caifás, la iglesia está construida en el lugar donde la tradición dice que San Pedro negó a Jesús tres veces antes de que cante el gallo. También conocida como la Iglesia de San Pedro in Gallicantu, esta iglesia Católica se encuentra en la ladera oriental del monte Sión y es dedicada a la negación del Pater. La palabra "Gallicantu" se refiere al canto del gallo





53 Llevaron entonces a Jesús ante el sumo sacerdote, y se juntaron todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley. 54 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio de la casa del sumo sacerdote, y se quedó sentado con los guardianes del templo, calentándose junto al fuego.
55 Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba para condenar a muerte a Jesús; pero no la encontraban. 56 Porque aunque muchos presentaban falsos testimonios contra él, se contradecían unos a otros. 57 Algunos se levantaron y lo acusaron falsamente, diciendo:
58 --Nosotros lo hemos oído decir: 'Yo voy a destruir este templo que hicieron los hombres, y en tres días levantaré otro no hecho por los hombres.'
59 Pero ni aun así estaban de acuerdo en lo que decían.
60 Entonces el sumo sacerdote se levantó en medio de todos, y preguntó a Jesús:
--¿No contestas nada?¿Qué es esto que están diciendo contra ti?
61 Pero Jesús se quedó callado, sin contestar nada. El sumo sacerdote volvió a preguntarle:
--¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios bendito?
62 Jesús le dijo:
--Sí, yo soy. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
63 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo:
--¿Qué necesidad tenemos de más testigos? 64 Ustedes lo han oído decir palabras ofensivas contra Dios. ¿Qué les parece?
Todos estuvieron de acuerdo en que era culpable y debía morir.
65 Algunos comenzaron a escupirlo, y a taparle los ojos y golpearlo, diciéndole:
--¡Adivina quién te pegó!
Y los guardianes del templo le pegaron en la cara.
Pedro niega conocer a Jesús
(Mt 26.69-75; Lc 22.56-62; Jn 18.15-18,25-29) 66 Pedro estaba abajo, en el patio. En esto llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote; 67 y al ver a Pedro, que se estaba calentando junto al fuego, se quedó mirándolo y le dijo:
--Tú también andabas con Jesús, el de Nazaret.
68 Pedro lo negó, diciendo:
--No lo conozco, ni sé de qué estás hablando.
Y salió fuera, a la entrada. Entonces cantó un gallo. 69 La sirvienta vio otra vez a Pedro y comenzó a decir a los demás:
--Este es uno de ellos.
70 Pero él volvió a negarlo. Poco después, los que estaban allí dijeron de nuevo a Pedro:
--Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres de Galilea.
71 Entonces Pedro comenzó a jurar y perjurar, diciendo:
--¡No conozco a ese hombre de quien ustedes están hablando!
72 En aquel mismo momento cantó el gallo por segunda vez, y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: 'Antes que cante el gallo por segunda vez, me negarás tres veces.' Y se echó a llorar
.








La cuaresma, un tiempo de reflexión.


Resumen



La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.


El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.


Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.



Duración : 40 días



La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.


En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.


La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

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